Páginas

viernes, 6 de febrero de 2009

Carta de amor

Querida amiga:

Quizás sea ya demasiado tarde, ahora que estás tan lejos de mí, pero no quiero morir con la certeza de que nunca lo intenté, nunca he sido un buen perdedor.
Si dijese que te amo desde el primer momento en que te vi, mentiría descaradamente, porque hasta hace unos meses no me fijé en ti de esa manera.
No puedo creer que después de tantos años, solo me diese cuenta de lo que siento justo antes de que te marcharas.
A veces, me encuentro pensando en la forma de tus ojos, verdes como las hojas de aquél árbol donde pasábamos las tardes de verano sentados bajo su sombra. Perdona que me ponga poético a estas alturas, nunca ha sido mi fuerte, pero me siento perdido, sin rumbo desde que tú no estás.
Me había acostumbrado a verte todas las tardes en la orilla del mar al atardecer, sobretodo cuando habías tenido un mal día en la universidad y lo pagabas conmigo a gritos.
Yo me marchaba cabreado, y esperaba en casa a que vinieras con una caja de bombones (sin almendra) y una sonrisa.
Creo que en todo este tiempo no los he probado nunca.
Siempre te los comías tú todos, mientras parloteabas sin parar sobre cualquier cosa, aunque muy a menudo incluías a la extinción de las ballenas en tu interminable discurso.
Me gustaba oír el sonido de tu voz, suave, aguda y, a veces ligeramente ronca de tanto gritar. Siempre me mantenía un poco alejado, porque gesticulabas mucho y me he llevado un bofetón más de una vez.
¿Cuánto tiempo hace que te marchaste? ¿Un minuto, un momento, un día?
En definitiva, toda una vida, porque la mía se ha parado desde que te fuiste.
Nunca te tomé en serio, tus locas ideas de volar, de dar la vuelta al mundo eran para mí solo eso, locuras de una niña mala.
Pero nunca me mentiste, peleaste e hiciste realidad tu sueño. Siempre fuiste muy valiente y muy cabezota.
¿Cuántas tonterías hice por amor a ti, mi reina?
Ya no puedo contarlas, pero daría la vida por hacerte feliz.
No te pido que vuelvas, eso sería muy injusto y egoísta por mi parte.
Entre estas líneas te estoy entregando mi corazón (aunque si tuviera que hacerlo literalmente también lo haría) porque negar lo que siento sería traicionar mis principios.
Estaré aquí cuando vuelvas, esperándote, porque sé que tarde o temprano volverás; te has dejado a tu perro en mi casa, tienes que recogerlo.
Te echamos de menos, el perro y yo; nos pasamos las noches aullándole a la luna.
Es broma, el perro nunca lo hace.
Me siento terriblemente solo, sobre por la noche, cuando tengo más tiempo para pensar en lo que dejé escapar por no declararme en su momento.
¿Recuerdas cuándo me dijiste que ya nada te ataba aquí?
Sentí deseos de gritarte que te quedaras conmigo, porque te necesito. No lo hice porque pensé que serias más feliz lejos de mí.
Ahora mismo daría la vida por un te quiero y un beso tuyo.
Mira… acabo de recordar cuál fue el momento en que me di cuenta de que estaba enamorado de ti.
Fue en tu fiesta de cumpleaños.
Estabas triste porque tu novio te había dejado. Te pregunte que qué podía hacer por ayudarte.
Tú me pediste un beso.
Fue el momento más hermoso de mi vida. Desde entonces me paso las horas pensando en ti. Te quiero. Te amo. Te adoro.
¡Dios, esto está matándome! ¿Por qué tengo la sensación de que todo lo que te diga será poco para describir este sentimiento que me devora?
No puedo vivir sin ti, esto es una lenta agonía, una locura.
Mándame tu próxima dirección en la siguiente carta y no te muevas de donde estés en ese momento.

No voy a quedarme así, te seguiré a donde vayas, al fin del mundo si hace falta; no pienso dejarte escapar, me quieras o no.

Completamente tuyo, con todo mi amor


Necesito vuestra opinión sincera, que este es uno de los motivos por los que no he escrito nada, me presento a varios concursos literarios, y la cabeza no da para ocuparme también del blog.

Sed sinceros!!!

2 comentarios:

  1. Si yo fuera el juez que tenga que que elegir entre el tuyo y otros, esos otros tendrían que ser, te lo digo con toda sinceridad y creeme, lo mejor que ha visto mi corta, pero larga, vida. Un beso !!

    ResponderEliminar

¡No matemos a los árboles!