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domingo, 21 de julio de 2013

Extírpate los sentimientos, que para lo que sirven...

Que alguien me explique la utilidad práctica de los sentimientos.
¿Qué necesidad básica satisfacen?
¿Qué tienen de imprescindible, qué nos impide inventar una píldora mágica que los elimine y seguir viviendo como hasta entonces, si no mejor?
¿El hecho de que no existe esa píldora, quizás?
¿Tanto apego le tenemos a nuestros sentimientos suicidas?
¿Que sean causantes del arte les da noción permisiva de existencia?
Sin sentimientos, no valoraríamos el arte, con lo que su función aparente desaparece.
Bien, ¿a qué estamos esperando?
Casi apostaría a que son culpables de muchas enfermedades.
Además, sin miedo a la muerte, seríamos más eficientes, más audaces.
Equilibraríamos fríamente la vida para que todos fuéramos iguales. Sin emociones, la codicia sería un mito.
Solo la practicidad movería el mundo.
¿Cuál es el problema?
Yo lo veo perfecto.
Sentimientos fuera.
Nada más que necesidades evidentes y pura lógica.
Convirtámonos en números y a la vida en matemática.
Todo sería mejor, preciso y exacto como una buena ecuación de segundo grado.
Y prescindamos del corazón si no es para latir y mantener viva la maquinaria, motor hidráulico de sangre.