Páginas

miércoles, 23 de octubre de 2013

Podría matarte

Si estuvieras aquí ahora mismo, te juro que pondría matarte.
Cogería tu cabeza y la estrellaría contra el borde de la mesa, para partirte la nariz y ver la sangre caer y caer.
Y cuando levantaras la cabeza, te rompería las costillas a patadas, una a una, hasta que vomitaras sangre.
Después, cuando estuvieras en el suelo sin poder moverte, cogería un cuchillo de la cocina y te cortaría los dedos de la mano, uno a uno, y tú estarías gritando de dolor y suplicando, pero yo terminaría mi trabajo, y tras los dedos irían las manos, y los antebrazos y también cortaría por el hombro, todo el brazo, machacando el hueso, que se haría astillas y se clavaría en tu carne mutilada.
Cogería una motosierra de alguna parte y te arrancaría las piernas de cuajo, llenando todo de sangre como si fuera un cuadro abstracto.
Y para el toque final, agujas en los ojos y mi mano por tu garganta para sacarte el corazón, para partirlo en cientos de pedacitos.
Cogería lo poco que quedara de ti, y lo trituraría, hasta que pudiera tirarlo por el retrete, y entonces ya nada quedaría de ti.
Y me pondría a limpiar todo el desastre.
Quemaría la ropa, las cortinas.
Y me sentaría a ver el vacío que has dejado y lloraría por todo el daño que me has hecho, por el corazón roto que has ignorado todo este tiempo. Por hacerme creer que no valgo nada y por tratarme como si fuera una mierda.
Y también lloraría por haberte perdido.
Porque jamás podré tener lo que quiero. Porque ya no me vas a dar lo que necesito y yo solo lo quiero de ti.
Tarde o temprano, se me secarían las lágrimas. Más tarde que temprano.
Y entonces te daría una segunda oportunidad y reviviría este momento una y otra vez.
Porque puedo retirarme de toda apuesta excepto de esta, porque me he atado a ti como una estúpida, porque todavía tengo la esperanza de que me trates bien y me quieras, de que en algún momento, deje de sobrarte y me consideres algo especial.
Ya ni siquiera quieres verme, ¿qué puedo decir a eso?
¿Qué puedo hacer eso?
Puedo convertir tu cuerpo en cenizas, pero jamás podré hacer que me ames si no me amas ya.
Puedo destruir y destruir, pero reconstruir a veces no es posible, así que destruiré y destruiré hasta que no quede nada. Hasta que ya no quede nada de este amor de cuento de hadas que hemos tirado a la basura.
Ojalá pudiera extirparme todos estos molestos sentimientos de una vez por todas.
Ojalá me desearas buenas noches, me besaras, me abrazaras, me dijeras que quieres pasar conmigo tu cumpleaños, y no hubieras hecho cientos de planes en los que no me has incluido.
Ojalá no tuviera que ir detrás de ti a todas horas porque a ti ya no te importa una mierda, porque no sabes y no te importa y que yo sufra te la pela.
Ojalá pudiera ser libre, libre de cualquier cadena, hacer lo que quisiera en cualquier momento.
Ojalá no me pudiera enamorar.
Que todo fuera un juego sin final en el que no me importara perder o ganar.