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miércoles, 19 de noviembre de 2008

La rabia es un sentimiento demasiado ardiente...

Algo late en mi cabeza, sonoros golpeteos que se asemejan a mazazos dentro de mí me impiden pensar con claridad.
Es la rabia, un odio apagado contra todo lo que me rodea.
Me roba la objetividad y me hacen daño sólo a mí, nunca se proyecta a los demás, sólo a mí.
Es como un pitido molesto en mi cabeza.
Pero esta vez no es culpa mía.
Pero tampoco es culpa de los demás.
Es simplemente el resultado de muchas cosas.
Pero eso en el fondo no importa.
Cuando estás así todo cambia de color, se vuelve de rojo fuego, rojo sangre y te ciega.
Creo que mis mayores errores los he cometido cuando tenía esa especie de subidón de adrenalina en mis venas.
Cuando estás así, pensar pasa a un segundo plano, sólo puedes actuar.
A veces, no lo notas, está ahí, latente y sale cuando menos te lo esperas. Eso es lo peor.
A mí me pasa muy a menudo.
Puedo estar de buen humor, riendo y charlando con los amigos y basta un comentario bien dirigido para explotar.
La mayoría de las veces nadie consigue llegar hasta mi punto débil, pero cuando llegan, consiguen desarmar la barrera que mantiene a raya mis emociones.
Entre la calma y la agresividad solo hay un instante cuando de mí se trata, una difusa línea apenas trazada.
Llevo años tratando de controlarlo, y casi lo he conseguido. Casi.
A veces es tan rápido que ni siquiera siento la descarga de adrenalina, es como si me desconectara y viera las cosas desde fuera.
Cuando me quiero dar cuenta, ya ha ocurrido todo.
Lo único que puedo sentir al regresar a mi piel en culpa.
"Perdí el control. Ya está, ahora pensarán que soy agresiva compulsiva o algo."
Eso es lo que pienso al darme cuenta de lo que ha pasado. Y lo peor de todo es que me lo creo.
Digo cosas de las que no me arrepiento, pero que no debería decir.
Una de las pocas cosas buenas que tengo que no suelo arrepentirme de mis actos o cargarselos a los demás, que luego me sienta mal por ellos es otra historia.
Soy como una especie de montaña rusa de emociones, un día estoy muy alto y al siguiente estoy en el subsuelo, bajo tierra, eternamente.

1 comentario:

  1. y tan ardiente que es...que bien comprendo todo lo que dices, como se nota que eres como eres.se que esto te lo digo muchas veces y que siempre te cuento mis tonterias pero me encanta como escribes y se que sabes todo lo que tengo dentro que nunca podre sacar pero quiero que tu y yo estemos juntos toda la vida, sin importar los ataques de rabia que tenga cada uno, porque como tu has dicho los mayores errores se cometen en este estado.te quiero mucho,y lo sabes(y para los mal pensados iros a tomar x culo)

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