A veces...
A veces me gustaría permanecer en una habitación con un piano...
En penumbra...
Junto a una ventana sin cortinas ni persianas...
Presionando de vez en cuando una tecla y dejando que el sonido flote hasta que se apague...
Me da la sensación de que el piano es un alma melancólica y podría entender nuestro dolor.
Otras veces...
Otras veces me gustaría cerrar los ojos y dejar de escuchar cualquier sonido...
En la oscuridad...
Dentro de mi cama de sábanas de satén...
Tomando aire de vez en cuando y dejando que mis pulmones se vacíen por completo...
Me da la sensación de que la oscuridad es una confesora silenciosa y escucha nuestros pecados.
La mayoría de las veces...
La mayoría de las veces me gustaría sonreír con sinceridad...
A plena luz del día...
Entre las personas que me rodean...
Riendo con la seguridad de que estoy a salvo y dejando atrás el pasado...
Me da la sensación de que este mundo es el escenario de una trágica obra de teatro.