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lunes, 5 de septiembre de 2011

Nada es infinito


¿Cómo puedo sonreír si tu corazón llora?

Me niego a permanecer en la cálida sombra de la ignorancia.

No quiero girar los ojos y no ver tu dolor. ¿Por qué eres tú el que sufre?

Tienes verdaderos motivos y te mantienes más fuerte que yo.

Quiero encerrarme en silencio y llorar las lágrimas que tú no puedes, cargar sobre mí tu pena.

Pero no puedo hacer nada.

No puedo sacar de ti lo que te pesa.

Me siento inútil y muy frustrada. Tengo la sensación de que algún día extenderás tus alas y tu corazón morirá.

Quiero amarte.

Te amo.

Las almas tristes se funden en la oscuridad.

Lo siento.

No puedo hacer nada.

¡Lo siento!

¿Dónde están las buenas palabras cuando las necesito?

¡No quiero verte llorar!

Y aunque tus ojos estén secos, puedo sentir tu dolor.

No te lo mereces, odio que no sea justo y que no podamos ponerle freno.

Me hace pensar que cada una de mis lágrimas no ha tenido nunca sentido.

Nunca he tenido verdaderos motivos para llorar… eso me hace daño.

Mi vida ha sido amable comparado con tu mundo herido… ¿qué puedo hacer con ello?

No puedo dar marcha atrás.

No voy a dar marcha atrás; ya abandoné el vacío.

Derrite la pena en chocolate y trágalo.

Aunque sea amargo.

Algún día saldrá el sol.

Todo irá mejor.

Tanto lo bueno como lo malo, nada es infinito.

1 comentario:

¡No matemos a los árboles!