Páginas

sábado, 29 de septiembre de 2012

Dormida


Ahora que estás dormida...
Ahora quiero besar tu frente y acariciarte, 
porque despierta nunca me dejarás.
Quiero estrecharte muy fuerte para estar seguro de tu existencia.
Date cuenta de lo que siento.
Por favor, date cuenta de que existo.
Ahora que no me ves...
Ahora quiero descubrir a qué huele tu pelo, 
cogerte la mano y besar cada falange de tus dedos y rendirte culto eternamente.
Siempre sueño con tu cintura, con tu manos, con tu voz...
Y siento ganas de llorar porque tu sonrisa no es para mí.
Te quiero y no importa que ni siquiera sepas que existo.
No me importa morir por tu amor, esperando que algún día te despiertes y quieras ser mi princesa.


Hola. Si la foto te ha llegado a la patata, que sepas que soy yo y estoy cogida, pero gracias por tu atención. Si no... ¡desaprensivo sin corazón! ¡Tú has visto lo mona que es esta ricura! Desde luego... ¡No tienes ojos en la cara!
...
Esto...
Ignoradme y disfrutad de mi patética poesía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡No matemos a los árboles!