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martes, 22 de febrero de 2011

El aroma que no se puede encontrar en ninguna parte 5

Como curiosidad os dejo que la entrada anterior fue la nº1oo!!
Nunca imaginé que podría hacer algo durante tanto tiempo (llevo aquí desde 2008 y todavía no cierro) y todo esto es gracias a que hay alguien aguantándome al otro lado.
Aquí va la parte 5. Pero cuidado.
Aún queda un buen trozo, y como ya he comprobado que soy el blog menos comentado de la web (sob sob), si quieren más, COMENTEN! Si no, no pasa nada, ¿eh? Que yo no obligo.
Y de momento... ¡Disfruten!

De pronto, Neil se echó hacia delante y tapó mis ojos con su mano, susurrando en mi oído:

-Presta atención a todo lo que hay a tu alrededor y descríbeme a una persona que puedas captar a través de tu olfato.

-¿Qué…?

-Sólo por curiosidad. Por favor, hazlo.

Su voz era muy suave y seductora, así que no me pude resistir. Olvidé todo excepto mi nariz y me concentré en todo lo que había a mi alrededor; demasiado y demasiado bueno como para que pudiera centrarme en una sola cosa. Pero el olor de los niños me llamaba poderosamente la atención, así que describí sin querer lo que sentía en mi cabeza:

-Creo que detrás de mí hay una pareja con un bebé y una niña pequeña, de esas que van con vestiditos rosas. La niña huele a fresas. Y creo que no es solo colonia. ¿Un helado, quizás? Los padres se están tomando un café de mocca y uno sólo, y huelo un puro muy cerca de esa zona. El bebé huele como si estuviera recién salido del baño, pero no te sé decir si es niño o niña. Es que el olor de la tostadora de la cafetería me hace interferencias.

Sentí cómo la mano de Neil apretaba un poco más fuerte mis ojos y de pronto, sin que yo me lo esperara, sus labios rozaron los míos con gentileza. El olor del chocolate y su propio aroma se entremezclaron en mi mente, haciendo que mis manos temblaran y una cálida sensación sacudiera mi estómago.

-¿Neil?

-Un premio para la chica. Has acertado de pleno.

Dejó libres mis ojos y me encontré de golpe con los suyos. El calor de mi estómago subió a mis mejillas y se convirtió en un incendio incontrolable. Intenté desviar la mirada, pero él me persiguió para que no lo hiciera.

-¡Tápame los ojos a mí también! Voy a decirte el menú entero de la cocina.

Parecía entusiasmado, así que me reí un poco y, en vez de inclinarme como hizo él, me senté a su lado y utilicé las dos manos para taparle los ojos, porque con una sólo no podía. Yo no tenía los dedos tan grandes como él.

-Ummm… Tienen en el horno alitas, en la freidora, hamburguesas y salchichas, en la despensa el pan y las frutas, y creo que el plato fuerte del día son los macarrones. Y las tortadas que hueles vienen de la mesa siete, ¿verdad? ¿A quién se le ocurre desayunar a estas horas?

Comprobé lo de las tostadas con la mirada y lo del menú oteando una carta que estaba detrás de Neil. Clavada total. Separé suavemente la mano de él y asentí, alucinada. Mis dedos fueron capturados por los suyos y enjaulados entre su piel y la mesa, sin que yo pudiera hacer nada excepto sonrojarme.

-¿Y cuál es mi premio, princesa Nara?

Desvié la mirada pero de nuevo no me lo permitió, sosteniendo mi rostro con su mano cálida y gentil.

-No lo sé. ¿Qué es lo que quieres?

-Una cita.

El rojo de mis mejillas se tornó púrpura, pero no pude decir que no a aquella propuesta. Neil me llamaba la atención más que nadie, y sólo quería estar cerca de él para aspirar una vez más su aroma.

-¿Si te pido el sábado entero me lo concederás?

Levanté la cabeza, sorprendida, y me encontré con su cálida sonrisa, esperando una respuesta.

-Sí, supongo.

-Perfecto, preciosa arquitecta. Tengo que irme ya, pero me haría muy feliz acompañarte a casa.

Asentí y él se puso en pie para pagar mientras yo me apuraba el capuchino, frío ya. Salimos a la calle de la mano (Neil tomaba mucho la iniciativa), y caminamos en silencio por las calles de la ciudad, sin necesidad de decir nada. Como él tiraba de mí pude concentrarme en los olores de la ciudad, sin pensar cómo y a dónde debía caminar. Un camión pasó junto a nosotros y dejé de respirar. Aún así, el humo se metió de lleno en mi mente, ahogándome. Comencé a toser y cuando Neil se dio cuenta, tiró de mí hacia su pecho, apretándome con delicadeza.

-Si te quedas ahí un rato dejarás de aspirar el humo, ¿verdad?

Mi corazón se paró de golpe al inhalar su olor de forma concentrada. Mi piel se erizó como si tuviera frío, cosa imposible tan cerca como estaba de su piel. No pude resistirlo y rodeé su cintura con los brazos, apretándome aún más a él para poder percibirlo aún más. Mis venas vibraban como si hubieran pasado por ellas corriente eléctrica y mi corazón, detenido por un instante, latió a mil por hora.

-¿Nara…?

-Déjame estar un rato así, Neil. Esto es… el cielo.

Sus latidos, que tan cerca estaba que podía oírlos, empezaron a acelerarse poco a poco, sus brazos me ciñeron con más fuerza y su aliento se perdió en mi pelo cuando al fin se rindió a quedarse así por un rato.

-Hueles como la mejor de las comidas. ¿Qué perfume usas?

Cambié ligeramente mi postura al sentir un escalofrío cuando aquella voz tan tierna y con ese timbre anhelante se coló en mi cabeza.

-No llevo colonias. Si no, no podría aspirar los otros aromas.

-No sé porqué no me lo imaginaba.

Se separó un poco de mí y volvió a tirar de mi mano con delicadeza.

-Vamos, alguien tiene que llevarte a casa.

Estaba en las nubes.

Tan profunda era mi impresión que no pude sentir nada más. Cuando me quise dar cuenta estaba en la puerta de mi casa y Neil se inclinaba hacia mí para darme un beso en la mejilla y deslizar en el bolsillo de mi chaqueta una tarjeta.

-Buenas noches, princesa.

Se fue tan rápido como había llegado, como un absurdo huracán, dejando completamente revuelta mi cabeza. Subí las escaleras casi sin darme cuenta, y una vez estuve dentro de casa me di cuenta de una cosa muy extraña. Si era la primera vez que nos veíamos, ¿cómo sabía él con tanta exactitud dónde vivía? Además, no me había pedido el teléfono ni nada… ¿cómo me iba a llamar? No tenía ni idea, pero tratándose de él, seguro que lo conseguía de alguna manera.

2 comentarios:

  1. Yeahh pon más!!! Aunque ya me haya leido todos =D otras gente también tiene derecho a disfrutar de tu arte!! xD

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  2. hey ""Martita""!! he comentado!! xD hahah

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