Páginas

martes, 14 de febrero de 2012

Mátame


Que alguien me salve de esta enfermedad.
Por Dios, que me salve.
Me estoy ahogando, me muero, me desgarro.
Que alguien le ponga fin a todo esto.
Se me está rompiendo algo por dentro, algo me devora y me desangra...
Me asfixio.
Que alguien le devuelva la vuelta a mi mundo.
Que alguien me ponga cabeza arriba de nuevo, que estoy cansada de verlo todo torcido.
La sangre se me agolpa en la cabeza, ¿qué hago?
Dejo mis huellas sobre el techo.
Tropiezo con la lámpara y me quedo atrapada por los destellos de luz a los que no pertenezco.
¡Ayúdame!
Ahora siento frío.
Tengo miedo.
Me asfixio.
Ya me he arrancado las alas y las gotas de sangre caen al suelo, pero aunque se vea
el hueso en mi carne desgarrada, no siento más que vacío.
¡¡Sálvame!!
Los trocitos de mi cerebro se deshilachan en un mar de plumas alcoholadas,
pero aún así sigo sintiendo dolor.
¡¡Mutílame!!
Sácame del alma las astillas de madera, quítame la corona de espinas, lame mis lágrimas, porque
me estoy ahogando.
Y nadie se da cuenta de que me muero.
Los girones de mi carne forman un montón en la mesa de la cocina, porque me he arrancado la piel
a tiras para olvidar mis pecados, pero...
¡¡¡Fustígame!!!
¡Castígame por lo que he hecho!
Castígame por vivir rasgándome las rodillas contra las piedras del camino.
¡¡¡Mátame!!!
¡AHHHHHHH!
¡¡MÁTAME!!
O estírpame este cáncer que se llama "amor"...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡No matemos a los árboles!