Kamelot - The Human Stain
Bienvenidos a la feria de las barbaridades.
A la fiesta de la indiferencia.
A la mascarada tras la que se esconden las almas ignorantes, dirigidas discretamente por las que tienen ansia de poder.
Bienvenidos al fraude y al desengaño.
A esos laureles en los que dormimos, ajenos al conocimiento, perdiendo lo poco de humanos que pudiéramos tener.
Bienvenidos al egoísmo, ese que crece cada día como una hiedra en nuestra paredes y que pronto partirá nuestros cimientos por la mitad.
Enhorabuena si estás a salvo de las barbaridades, si no eres el que llora, sufre o se esconde en la trémula oscuridad, ansiando el olvido.
Sonríe si eres el ángel sin alas que es ensartado en la fría esquirla de la envidia.
Bienvenido al baile de los títeres sin cabeza, pues no la necesitan para pensar.
Siéntete feliz si tu última preocupación es la última moda, si tu alma no siente pena por la decadencia del mundo y ve el mal de los demás como un mal necesario para su supervivencia.
Congratúlate si tu corazón no tiembla de miedo, porque perteneces al nutrido ganado de la sociedad.
Si duermes bien por las noches, siéntete afortunado; tú no sientes dolor por las voces que se pierden en el viento ni por los aromas que quedan asfixiados en la podredumbre de nuestra tierra.
Si no lloras sangre por los pecados de tu gente, entonces alégrate. Esos ríos rojos que llenan las calles no salen de tus venas, no es tu vida la que se desvanece (no más que la de los demás, al menos).
Ciudadanos que se manifiestan por los errores de nuestros políticos corruptos, ¿qué esperábais?
En el seno de una tierra corrupta no puede nacer nada puro.
Es en el corazón de esta humanidad donde late la inconmensurable fuente de maldad.
Puedes seguir ignorando tu parte de culpa.
Puedes seguir sin medir tus palabras. No importan las muecas de tristeza a tu alrededor. ¿Para qué sonreír? ¿Acaso de verdad existe la educación? ¿Existe acaso alguien más que yo?
¿Por qué no vivir como una sombra en un baile de sombras... cuerpos rozándose con otros cuerpo... en un lugar donde nadie es de nadie, donde nadie conoce a nadie, donde nadie da nada por nadie?
Sigamos así, hermanos.
Comportémonos como pájaros solitarios.
Cuando llegue el invierno y tengamos que hacer el nido, nos daremos cuenta que no podemos construirlo solos.
No importa.
Un pájaro menos.
Un corazón menos.
Un problema menos.
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¡No matemos a los árboles!