Los ángeles lloran esta noche
terribles presagios traen sus lágrimas
arden las flores secas y marchitas
derrite el miedo su capa de escarcha.
Madre, el cielo se inflama
llueven túnicas heridas y ajadas
de los santos que una vez estuvieron con vida
y se derrama una nota triste de corneta
al paso de una fúnebre comparsa.
Madre, el frío cala en los huesos
esqueletos vacíos saludan mi llegada
carcasas trémulas de un pasado incierto
alcobas vacías de un presente errado.
Madre, en el valle ya no hay luces
no hay candiles encendidos junto a las puertas
se ha apagado la hirsuta llama de la esperanza
yace herida de muerte la valentía.
Madre, el tiempo se detiene
ya no corre el reloj ni sus agujas
se oye un clamor desierto en ninguna parte
los árboles ceden al bosque y se hacen trizas.
Hijo, nunca nacerás en tierra yerta
no habrá sol que alumbre amaneceres tan sombríos
no habrá luna que alumbre noches tan cerradas
luz y noche perdidas en la nada.
Hermano, morirás en campos vacíos de batalla
Los soldados coronarán con rosas tu muerte
El sol se inclinará ante tu ausencia en el ocaso.
En tu tumba nacerán las flores de la desidia.
Madre, hijo, hermano, no hay esperanza
No hay luz, no hay sol, no hay nada
Matamos la emoción con las sonrisas
Fusilamos lo efímero con las palabras
En tierra regada con sangre solo crecen amapolas.
Me gusta, me gusta mucho Martita, no puedo decir que te superaste puesto que es realmente dificil hacerlo.
ResponderEliminarMuchos besos y un graaa(...)aaandisimo abrazo, de tu anonima seguidora,a la que, aunque hace siglos que no ves, conoces :]
Por muy mal que vayan las cosas... siempre hay "algo"... Aunque a veces no podamos verlo.
ResponderEliminarMe alegro de que te halla gustado mi entrada ^^