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miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Y ahora?

Ahora... todo el mundo tiene su propia forma de vivir la vida.
Madres solteras callan su desgracia.
Legionarios marchan por una paz que apuñalan.
Buscan emociones.
Destruyen ilusiones.
Aman el sol.
Violan el alma.

Ahora  políticos corruptos y profesores hastiados se aburren de sus patéticas vidas.
Y en las mujeres que lloran, dobladas por el peso de un hogar,
¿alguien piensa en ellas?

Ahora  sonrisas tras las que se esconden crueles amenazas, carcajadas que ocultan nudos en la garganta, amanecen, serenas, en la madrugada.

Ahora estás tú y estoy yo, está el silencio que nos guarda,
mi permanente melancolía,
la mecha que día a día se apaga,
el mecanismo que justo ahora se para.

Ahora queda mi dolor y el que lo causa.
Queda mi pútrida imaginación y mi perdida esperanza .
Y no, ya no salís de mi boca con fluidez. Ya no sois tan mías.

[Os hablo a vosotras. Sí, a vosotras.
Por fin me habéis dejado en la esquina, palabras.
Ya ni siquiera puedo refugiarme en vuestras amplias espaldas.
¿Por qué me hacéis quedar tan mal?
Antes me dabais la promesa de un sueño, ahora no me queda nada.]

¿Ahora?

Una frustración tras otra, frustraciones que ya ni siquiera puedo describir con palabras.
Me alejasteis del mundo.
Me arrinconasteis.

¿Ahora?

Me dejáis en la estacada.

¿Ahora por qué?

¿Por qué me siento tan vacía? ¿Por qué me siento tan falsa, tan rota, tan abandonada?
¿Qué quiero?
¿Qué anhelo?
¿Qué demonios esperaba?
Ya que no puedo contar mi historia, ¡permitidme contar otras!

¿Y ahora?

Dejadme llenar las horas muertas.
Dadme un propósito, un destino, lo que sea...
Siempre me dejasteis decir lo que no me atrevía a decir, sentir como no me atrevía
Eráis mi carril más fiel de conducción en la vida.
Pero...

¿Ahora?

Ahora te evaporas y te vas... tan lejos de mí, te vas...

¿Ahora?

Ahora que no puedo llorar, que mis trazos no muestran lo que esconden, ahora que no estás...
Ahora, ¿qué me queda?
¿Qué soy?
¿Qué me falta?
¿Qué nos queda sin palabras?

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