Páginas

martes, 1 de mayo de 2012

Envidia

Oh, si tuviera esos rizos tuyos, mi lady.
No necesitaría llevar este cuchillo en la mano.
Oh, si tuviera esos ojos tuyos, princesa.
No necesitaría rehuir las miradas.
Oh, si tuviera esas piernas tuyas, querida.
No tendría que arrastrarme por el suelo todo el día.
Oh, si tuviera esos labios tuyos, mi niña.
No tendría que fingir una sonrisa.
Si tuviera esos rizos tuyos, esos ojos tuyos, esas piernas tuyas, esos labios tuyos, no tendría que arrancarlos uno a uno de tu cuerpo para poder seguir con vida, oh, no, no tendría que hacerlo.
No tendría que arrancar tus rizos, ni sacar tus ojos, ni cortar tus piernas, ni rajar tus labios, oh, no, no tendría que hacerlo.
Pero tú tienes esos rizos, esos ojos, esas piernas, esos labios... y yo no.
Yo no tengo nada de lo que tienes tú.
Así que te lo voy a quitar todo, para que nadie te mire.
Ni te sonría.
Ni te quiera.
Para que te sientas como yo y no me mires desde tus cuencas vacías con superioridad.
Ahora tú y yo estamos en el mismo lugar.
Ahora que estás a mi lado podemos ser amigas, pero antes no.
Ahora que eres como yo y todos te odian puedo tolerar tu existencia.

1 comentario:

  1. Maravillosa atrocidad. Una vez más me quito el sombrero.




    PD: también me quito el anonimato frente a ti. Soy María Reverte.
    Un gran besazo tia!

    ResponderEliminar

¡No matemos a los árboles!