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domingo, 19 de septiembre de 2010

El nuevo prototipo de la sociedad


Este es el nuevo prototipo de la sociedad: ordenadas muñequitas de Mattel, listas para follas, todas clónicas, repetitivas, iguales, en un amplio sector para elegir, junto a una marabunta de machitos con complejo de superioridad, con el cerebro lavado y sin estrenar por el éxtasis y la cocaína, o cualquier otra dama blanca de polvo en espejo en el baño de alguna discoteca desalmada.

La moda sectaria del pitillo y el flequillo; los shows sin conciencia y las series baratas que nos mantienen pegados a la pantalla, vendiéndonos el patético reflejo que les brindamos en bandeja.

La profesión más solicitada: cirujano plástico, para arreglar a las muñequitas, limándoles la piel hasta convertirlas en un elegante conjunto de huesos, y para volver a montar las narices derrumbadas por la mala vida.

Enfermedades creadas por el consumismo y no por la naturaleza; gusanos de marca que se dedican a taladrar nuestras cabezas, haciéndolas suyas, lavando las nuestras.

Una sociedad manejable, fácil de exprimir con comida basura y programas de mierda en los que no hay nada que ver, en los que se hace negocio con la podrida realidad.

Una sociedad que no pasa más allá del colegio, que se derrumba en su tan amada ignorancia.

¿Quieres ser una de esas muñequitas que llegan a los cuarenta sin calcio en los huesos ni sangre en las venas?

¿Un machito petado de anabolizantes de mala calidad?

¿O quien se muere de hambre mirando el espejo de una mayoría que se hunde en la abundancia, perdiendo hasta la realidad?

Una pregunta: ¿En qué?

¿En qué nos hemos equivocado?

La respuesta: en todo.

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